Arquitectura emocional: una tendencia que mira a las personas

Arquitectura emocional: una tendencia que mira a las personas

La arquitectura está en constante evolución y cada temporada aparecen nuevas tendencias que revolucionan el sector de la arquitectura y la construcción.

Hoy en Vimarvi queremos hablar de la arquitectura emocional, una corriente que ha dejado alguno de los proyectos más bellos y exclusivos en todo el mundo, y que a día de hoy es una de las tendencias más importantes, basada principalmente en los colores, la iluminación y el agua.

¿Qué es la arquitectura emocional?

La arquitectura emocional es un movimiento que surgió en México a mediados del siglo XX, destinado a dejar a un lado la arquitectura que únicamente prestaba atención a la funcionalidad, y recuperar la belleza de las construcciones de siglos anteriores.

Porque, para los impulsores de esta corriente, la arquitectura debe entenderse como un arte, y cada proyecto que se realice debe ser capaz de provocar emociones y sensaciones en las personas, de ahí su nombre.

Impulsada por Mathias Goritz, un prestigioso arquitecto, escultor, pintor, historiador y poeta mexicano, que fue el encargado de publicar el “Manifiesto de Arquitectura Emocional”, donde afirma que existe una forma en que percibimos y habitamos el interior de los espacios, más allá de la funcionalidad.

En resumen, esta corriente trata de recuperar la identidad y tradición de la arquitectura, enfocándose en que los espacios que se construyan tengan su propia alma, dejando la funcionalidad en un segundo plano.

Así, factores como el color, la iluminación y el agua son clave para poder apreciar un espacio desde el lado emocional, ya que ponen a trabajar los cinco sentidos y permiten apreciarlos conjuntamente, provocando sensaciones y emociones diferentes en cada persona.

Arquitectura emocional: una tendencia que mira a las personas

Arquitectura multigeneracional y emocional; los edificios del futuro tienen sentimientos

Una tendencia que está pegando con mucha fuerza, la arquitectura emocional se alía con la arquitectura multigeneracional, que se basa en la construcción de los espacios en base a las necesidades de las personas que los van a habitar. Por ejemplo, si una persona es zurda, ¿por qué no cambiar la dirección de cierre de los grifos?

Los edificios del futuro van a tener sentimientos y van a ofrecer experiencias personalizadas a los habitantes y, para que puedas entenderlo un poco mejor, te mostramos las principales características de la arquitectura emocional.

Integración con el entorno

La integración con el entorno es uno de los pilares de la arquitectura emocional, en auge desde hace años a través de la construcción sostenible, que colabora directamente con la preservación del medio ambiente, basándose en la construcción de edificios que sean más respetuosos con la naturaleza, potenciando el uso de materiales naturales en la construcción, así como los diseños más eficientes que puedan reducir el consumo energético y el impacto medioambiental.

La arquitectura del futuro trata de comunicarse directamente y de forma consciente con el paisaje, y no transformar arbitrariamente el lugar en el que se levantan las construcciones. El patrimonio natural cada vez es más importante y se ensalza como un activo fundamental para el disfrute.

Casas relajantes

Ahora el diseño de los espacios se plantea como un todo, teniendo en cuenta las cuestiones cognitivas y emocionales, así como la eficiencia energética y la estética. Así, la arquitectura emocional pretende cuidar la salud de los habitantes y favorecer su conexión con el entorno, tanto el natural como el construido.

Una de las características estos espacios es que están visualmente abiertos a la luz natural, lo que favorece la activación de las ondas alfa del cerebro, que están estrechamente relacionadas con la relajación y la concentración, evitando los entornos recargados que pueden provocar una sobreestimulación que podría derivar en un aumento de la frecuencia cardíaca, el estrés o la ansiedad.

Arquitectura emocional y cognitiva

El cristal, el hormigón, la madera o el ladrillo van a dejar de ser los únicos materiales que se utilizarán en la construcción, y es que, con el auge de la arquitectura emocional y cognitiva, las emociones se han ensalzado como un material cada vez más importante, especialmente desde que la ciencia profundizó en cómo responde la mente ante el entorno y los estímulos externos.

Ahora la experiencia arquitectónica ya no solo es visual, sino que hay que dar importancia a los aspectos auditivos y olfativos con el objetivo de mejorar las respuestas que recibe nuestro cerebro.

Arquitectura emocional: una tendencia que mira a las personas

Obras de referencia en la arquitectura emocional

Museo Experimental “El Eco”

El Museo Experimental “El Eco” se encuentra en Ciudad de México, y es una de las obras más representativas de la arquitectura emocional, propiedad de Mathias Goritz. Un espacio dedicado al arte, la poesía y la danza, abrió sus puertas en el año 1953, y es un museo enfocado al arte contemporáneo cuyo principal objetivo es fomentar el desarrollo del conocimiento cultural.

El retorno de la serpiente

También en Ciudad de México, El retorno de la serpiente hace referencia a una coreografía orquestada por Luis Buñuel, representada por una escultura de ocho metros de largo y tres de alto situada en el patio exterior del Museo Experimental El Eco.

Torres de Satélite

En ciudad Satélite se encuentran las “Torres de Satélite”, que es uno de los monumentos más icónicos de esta ciudad mexicana. Consiste en un conjunto escultórico basado en cinco prismas triangulares de diferentes colores y tamaños inspirado en las torres medievales de San Gimignano de la Toscana italiana.